Vistas de página en total

viernes, 22 de mayo de 2020

Historias desde la cuarentena, 46. Ejercicio de audición





Desayune antes de las ocho de la mañana en un rancho de Valizas entre el mar y el bañado, de preferencia después de una tormenta de lluvia y de viento.

Disfrute del silencio del lugar y la hora hasta que los sonidos vayan apareciendo poco a poco en su conciencia. Comience por definir cuáles puede diferenciar. Primero las ranas, los pájaros y el mar. Ahora piense: ¿cuántos tipos de ranas escucha? Las constantes y las esporádicas, las de acá nomás y las de final del capiz, a una cuadra. No hay una que se repita. A continuación, las aves. Las golondrinas del techo y sus pichones parecen acaparar el aire por completo, pero si escucha de verdad llegarán los gorriones, churrinches, teros y cuatro o cinco más, por ahora innominados. También puede ser que perciba perros, vacas, gallos, gallinas, quizá algún humano, y hasta su propia sangre que corre, si se deja llevar por la vida y comprueba que es usted parte de un mundo en el que es tan necesario como la última hormiga que se lleva a cuestas los restos de migas del desayuno.

Respire hondo.

El ejercicio ha terminado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario