Vistas de página en total

martes, 18 de septiembre de 2012

CUENTO DE PRIMAVERA






Mis viejos se conocieron en Melo, en una primavera de hace 52 años. Habían ido a un baile del centro y cuando se pusieron a charlar resultó que, pese a ser de Cerro Largo, ambos estaban viviendo a pocas cuadras en Montevideo. Quedaron en verse al día siguiente en la plaza pero se desencontraron, y para peor al Cele una paloma le ensució la camisa. Dicen que trae suerte; ellos aún no lo sabían.
Tres años después se casaron, un 12 de setiembre. La memoria del Cele anda medio arisca últimamente, pero de eso él no se olvida, aunque en esa fecha nunca le regala flores a mi madre; prefieren cultivarlas juntos en sus pagos de hoy, a orillas del Tacuarí.
Del encuentro casual en el baile de Melo han pasado ya más de cincuenta años. Debo ser una de las personas más afortunadas de la Tierra.


1 comentario:

  1. Un micro que encierra varias primaveras, Mariela. La del año 52, las que han disfrutado juntos cuidando flores y la que ilumina al narrador para afirmar su felicidad.

    Texto intimista, evocador y muy bien trazado; con título (¡Bravo!) claramente referencial, pero también catafórico.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar