Vistas de página en total

martes, 22 de julio de 2014

Un par de minutos

   



Era solo cuestión de tiempo y yo lo sabía. Con esa costumbre que tengo dos por tres de pasar por tu puerta algún día iba a verte con ella. Era posible, era lógico, era inevitable.
   Vos estabas a su lado, y me viste desde lejos. Ella también. Yo iba distraída, y cuando levanté la cabeza y miré a tu puerta como siempre, ahí estaban.
   Lo que nunca pensé que ocurriría es que ella te tocara la espalda y te dijera unas palabras que debieron ser algo así como "dale... Andá a saludarla, no hay problema."
   Y viniste.
  Caminando primero, corriendo después, pero viniste a abrazarme y lametearme la cara como todos los días.
   _ Está gorda, ¿eh?- le grité sonriendo a tu dueña, que asintió, mientras vos volvías con ella, moviendo la cola.
   Hemos blanqueado la situación, Isis, y al fin sé quién es la persona que vive contigo, lo que no significa que dejes de ser mía aunque sea por un par de minutos cada vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario