Vistas de página en total

sábado, 20 de abril de 2019

La linda






Buquebús, niño del asiento de atrás, a su madre: 
_ ¿Nosotros estamos de cabeza?
_ ¿Eh?
_ Si estamos de cabeza. ¿Viste que el mundo es una pelota? ¿Quiénes están cabeza abajo? ¿Qué país?
_ Eeeeh...

Buenos Aires. Edificios espejados en edificios. El Centro Cultural Kirschner, hermoso pero con poca propuesta cultural. Restaurantes desabastecidos. Personas en un contenedor desarmando viejas computadoras. Arbolitos. Una chica sin hogar que pide agua en un bar y se la tira adentro de la remera. Gente amable. Ñoquis cuatro quesos. Un señor cincuentón en la mesa de al lado, teñido del “rojo Sadaic” del que habla Dolina. Quiosquitos que parecen tener la Sube, pero no. Buses bien señalizados. Boleto barato. Colectivo limpio. Pasamos por Retiro y Costa Salgueiro, que tiene una zona sobre la rambla con edificio de 1903, espectacular.

Aeroparque. Excelente atención. Carteles con fauna autóctona de cada provincia (incluyendo las Malvinas). Máximo de 8 kilos de valija: yo tengo 7. Me preparo mentalmente para despachar una a la vuelta. Menos mal que no vuelo por Andes, que solo permite 5 kilos. Día espectacular.




Yo (subiendo al avión): _ ¿Te das cuenta? Hoy ya viajamos por tierra, por agua y ahora por el aire. 
Mi amigo: _ ¡El próximo es por el fuego!
Yo: _ ...


Primeras impresiones: Salta nocturna.
Quiero vivir acá y comer humita. Ir a las peñas donde canta Hermógenes Quipildor (el hijo de Zamba), pero con discretos tapones de oîdos. Quiero comprarme todas las artesanîas y hacerme té negro con los limones de las veredas. Despertarme con montañas. Tener calor y que los salteños anden de bufanda. 
Vengan a Salta. Ustedes se lo merecen. Vengan.



Todo el mundo vendiendo ramos en los alrededores de las iglesias. Día nublado, agradable. Arrancamos temprano para Cafayate después de un desayuno frugal en el hostel (donde Danilo dice haber visto un gato). La van tiene música en inglés. Empiezo a especular con jubilarme y venir a vivir a Salta (como a cada lado que me ha gustado, sí, ta...).


Tres Cruces. Apachetas son los montículos cónicos, símbolo de los incas. Los jesuitas encontraron tres de ellas y pusieron tres cruces para representar el padre, hijo y espíritu santo. 
Otra version indica que aquí se encontraron restos de tres buscadores de oro; algunos creen que el oro esta aún por aca



Cafayate: crónica esquemática nivel pasada la medianoche.

Salimos a las 7. 
Salta tiene barrios por profesiones: del docente, del peluquero, del odontólogo, del periodista... 
En el camino, control policial: cero alcohol, o multa de mínimo 15000 pesos. 
Lechos secos gigantescos de ríos nunca hondos, llenos de piedritas. 
Se planta maíz, tabaco. Vino patero. 
Choque espantoso de tres coches hechos bolsa. 
Altares del Gauchito Gil. 
Casas de tierra. 
Tordos. 
Cárcavas. 
Monte chaco-salteño-riojano-tucumano-boliviano. Espinoso.
Vestirse de gaucho es un honor. Botas 6000$, traje 15.000, rastra 1000 dólares (con oro y plata). Poncho 7000. El hecho en telar es de los dos lados igual. El tradicional de Salta es color borra de vino con dos franjas negras, señal de luto por la muerte de Güemes. 
Un.”caballo peruano” cuesta 150.000 dólares. 
Plagas: hay Garrapata, polvorin y pique. 
Pasamos
Por la Curva Erótica (en la Qubrada de las Conchas, Ruta 69, junto al Porongal). 
Brea: arbusto de tronco verde, las semillas son alucinógenas. 
Temperaturas extremas:.60 grados máxima (en Tartagal), hasta 20 bajo cero. Promedio: 18-25 grados. 
Hay 30.000 km de caminos incas, caminos reales.
Cafayate: cajon de agua
Calchaquí: sembrador de la luna
Diaguitas: estuvieron 60 años guerreando, fueron conquistados y los llevaron cominando hasta Quilmes.
Vino Bruttoni: 12000$ el litro. 
Borrachera de bodega Vasija Secreta
Comida slow. Veeeery slow. 
Artesanías. Muchas. Baratas. 
Arañas que saltan 3 metros, son tamaño cd. Cuelgan de árboles, si no levantas la vista no las ves. Tb hay viuda negra. 
Hombre sentado en barril a la mañana y al atardecer: parece pasar ahí todo el día.
Cosas típicas de la cocina salteña. Ají campana: pica x la entrada repica x la salida (humor salteño). Humita, tamal, locro pulsudo. Dulce de cayote. Quesillo. 
Mensaje moral y religioso al final. El guía se convierte en padre. 
Mensaje más práctico: “Por favor no olviden nada. Que esta combi después va al lavadero y los que lavan son tucumanos.”



El ascenso en teleférico al San Bernardo. Los diez siglos más largos de la historia (a no ser que hayan sido cinco minutos).



Los amish. Hace horas que tratamos de adivinar qué relación de parentesco tienen, pero no nos ponemos se acuerdo. Para mí la nena de verde es la madre de los chiquitos y hermana de las otras, pero es raro, porque tiene carita de quince años. El muchacho también es joven, veinteañero, quizás. 
#CosasQueUnaHaceDeVacaciones
#NuncaDijeQueFueraPerfecta
#ChusmaPeroSoloEnSalta



Motoqueros. Gauchos con bombo legüero. Un péndex de guitarrita desafinando “avanti morocha”, mientras a dos metros la peña folklórica suena a todo trapo con Zamba de mi esperanza. Una chica hace danza árabe sobre su escenario, y en el boliche de al lado hay espectáculo de malambo. Los autos pasan a un metro de las mesas. Hay veinte boliches en tres cuadras de la calle Balcarce, y en cada uno hay un par de mozos que se paran en la vereda a cazar turistas. Gente que pide dinero. Gente que come empanadas. Gente que saca fotos. Gente que en vez de charlar mira el celular. Gente que vende hojas de coca naturales o machucadas (le compramos de las primeras). Contaminación sonora nivel alerta roja, pero a solo dos cuadras del hostel, lo cual, para el nivel de cansancio de hoy, es como maná en el desierto. No doy más. Tengo las piernas como si hubiera jugado al fútbol, los ojos como si me hubiera fumado tres porros y el alma contenta, como si estuviera de vacaciones en Salta y hubiera ido a degustar una empanadita de queso en la calle Balcarce, entre la peña y la peña. 
Agotada. 
Feliz. 


¿Saben quién cumple años hoy? Salta. Fundada el 16 de abril de 1582.


Gracias por todos los saludos por acá y por wsp, queridos! Este ha sido un cumpleaños INCREÍBLE. Van unas fotos como anticipo... prepárense, porque los voy a atomizar (aviso). Ahora, volviendo a Salta y a sus 1300 m de altura, luego de Jujuy y sus tres mil y pico. (Gracias a la coca que me ha dado taaaanto...🎵). Día de descubrimientos y de dejà vus... ya contaré. Creo.



Quebrada de Escoipe, en la cordillera oriental de los Andes. Tiene un promedio de 300 días de sol anuales, pero salimos con llovizna. A eso de las ocho abrió y fue un día seco y de calor, como todos. Pasamos por varios ríos, siempre de cauces anchísimos llenos de piedras. Ponele que media cuadra de cauce y un metro de ancho del agua, que tampoco es profunda. Cuando crece mucho, en temporada de lluvias, llega a la cintura (pero MUY correntosa, y siempre helada). 
El guía nos habla de la gente de Salta: antes tenía un promedio de vida de entre 80 y 105 años. Vida sin estrés, alimentación a base de quinoa, maíz y carne de llama (que no tiene colesterol). Hay 47 variedades de papa andina, y unos duraznos silvestres que se llaman cuaresmillos porque se cosechan en la cuaresma, con los que se puede hacer dulce sin azúcar agregado. La economía de Salta se basa en 4 pilares, que en orden de importancia son el gas y petróleo, la minería, agricultura y turismo. 
Mientras avanzamos suenan zambas y chacareras en la radio de la van. Poco a poco vamos subiendo a las montañas, cambia la vegetación y se empiezan a ver los cardones. Hacemos un par de paradas en miradores y si bien aquí no nos apunamos (porque el aire es diferente, no entendí bien por qué) igual andamos todo el tiempo sin aliento. Unas montañas suceden a otras, hay colores verdes, amarillos, rojos, grises, verdes y blancos. Algunos guanacos. Vacas en las alturas que según el guía dos por tres se caen. Flores. Gente. Polvo. Naturaleza en versión gigante y poderosa. Difícil de describir.



Mirador de piedra del molino. Según qué cartel mires tiene 3457 metros o 3348. Cosas que pasan.


Parque de cardones: reserva ecológica. Los cardones viven entre 200 y 509 años. Está prohibido cortarlos, las artesanías que se hacen con ellos solo pueden hacerlas lugareños, utilizando un cardón que se haya secado solo. Se secan de abajo hacia arriba. Las espinas absorben la humedad del aire. Florecen en primavera, muchas flores por cada planta, y cada flor arroja 8000 semillas (según el guía) u 80.000 (según un cartel). Sobrevive el 5%, los diez primeros años son críticos. Crecen primero hacia abajo, y luego van subiendo, pocos cm por año. A veces se protegen creciendo en medio se un yuyo que se llama jarilla, con la que tienen una especie de relación amistosa. Hay kilómetros de parque de cardones, de los que solo se permite recorrer un sendero de doscientos metros rigurosamente delimitados.
Quiero un cardón en mi patio.



Iglesia de la Candelaria, de 1873. Hay Un mural enorme que recrea el momento en que la imagen de la Virgen fue asaeteada y casi degollada por un malón de los indígenas en el siglo XVII, cuando aún estaba en otra parte. Una de las dos torres más altas de Argentina. Preciosa.



Museo Güemes. Lo más interactivo e interesante que he visto hasta ahora. Cada sala juega con una forma diferente de aprovechamiento de lo digital en pos se la recreación de una historia (UNA historia de Güemes, que no necesariamente coincide con otras que nos han contado por estos lados). Está ubicado en la casa original del caudillo, tiene elementos históricos, libros y obras de arte relacionados con don Martín Miguel Juan de Mata Güemes Montero de Goyechea y la Corte. No, si por falta de nombre no ha de ser...



Llullaillaico. Prueben a decirlo en voz alta. Llullaillalco. Suena dulce, ¿no? Pero la historia no lo es tanto... Ojo: aviso que es dura.

Llullaillalco se llama el sitio de alta montaña donde fueron encontradas tres momias de unos 500 años de edad: dos niños de unos 7 años y una doncella de 15. Fue un enterramiento ritual. Los dos niños fueron elegidos por ser los más bellos de sus respectivos pueblos (o quizá por ser hijos de un cacique). Se les celebró una suerte de matrimonio simbólico y se los colmó de toda clase de distinciones, incluyendo un desfile de gala, tras el cual cads uno volvió a su pueblo caminando en línea recta (no importa si en el medio había montañas, montes o ríos). Luego de ser honrados en su tierra los dos niños volvieron a reunirse (junto a toda la población) en lo alto de la montaña , donde se los agasajó y vistió con ropas finas y adornos varios, algunos de plata y oro. Junto a ellos iba la doncella, también finamente vestida y enjoyada, con la misión de acompañar a los niños en el tránsito al más allá, donde se reencontrarían con los espíritus de los antepasados. 
Los tres fueron alimentados y bebieron chicha hasta caer dormidos. Ahí los enterraron. Vivos. 
Las tres momias fueron desenterradas hace unos veinte años por un equipo de la National Geographic, junto a 160 piezas de adorno, cerámicas y prendas de ropa. El aire seco, el frío y la altura conservaron los cuerpos de una manera pasmosa. 
El el museo cada vez se muestra una sola momia, por razones de conservación, y de las otras hay fotos y videos. Impresionante. El pelo, la piel, hasta los dientes... Te eriza; yo me conmoví hasta las lágrimas, y ojo que no soy de llanto fácil (más bien todo lo contrario). 
Con esos sacrificios el pueblo entregaba a la montaña lo más preciado; sus niños, pidiendo con ello la protección de las divinidades. Y ya sé que es cultural, que es religión, lo que quieras, pero es un acto tan horrendo que escapa a toda calificación. La cara de la niña, en particular, te parte el alma. Pobrecita. Ojalá que haya encontrado la luz, bajo la forma que sea. Pobrecita.



Hora de vicios en el hostel. Ya vi que me
entraba todo en la valija, ya solo tenemos agendado ir a la Catedral y quizá a un museo de arte, antes de volver a Viracocha para la cena y aprontar el regreso de mañana. Hora de un café en saquito.
Bueno, ta... Es lo que hay, y además es rico. 



La Catedral de Salta: por fuera predomina el rosado, como el celeste en la Candelaria y el amarillo en la San Francisco. Oro por todos lados. Hoy llena, por semana santa. Tiene un ojo masón en el frontispicio, y otro sobre un oratorio de madera. Hummm...



Breves: 

En todas las excursiones, en todos los restaurantes y en todos los paseos a los que fuimos en Salta la música siempre estuvo como elemento esencial. 99.5% de lo que escuchamos fue folklore (léase chacareras, zambas, vidalitas e ainda mais, que para mi oído ignorante en esas ramas del arte sonaba todo a lo mismo, pero como bombo legüero). Yo conocía tres o cuatro de los temas, nada más. Por ejemplo, la Zamba para olvidar, que aprendí en la lejana infancia, una semana de Turismo en que nos fuimos a una estancia en Flores y mi prima Mirian se la pasó cantando de domingo a domingo, o la Zamba de Balderrama, que para mí iba con ¨V¨, porque me confundo con el Pibe. Poca cosa, en todo caso, la mayor parte de los temas me resultaron totalmente novedosos.
En algunas de las excursiones, en los ratos en que no estaba mirando las montañas con la boca abierta y la cámara del teléfono al rojo fuego, pude escuchar parte de las letras, y hay de todo. Casi todas tremendamente machistas. La mayor parte tienen letras simples, enfocadas en el amor: ¨¿Para qué quiero vivir/ con el corazón herido/ para qué quiero vivir/ después de lo que me has hecho?¨ Otras, en cambio, desbordan poesía con las palabras de todos los días: ¨Ayer te vi/ traías tanta sombra/ que la noche parecía/ deshacerse para mí¨.

…..

Durante la conquista un español le pidió a un indígena destacado en el dibujo que pintara ángeles. 
_ ¿Y qué son los ángeles?- preguntó, a lo que el español repuso:
_ Son como nosotros, pero con alas.
Y los pintó con alas, y con armas en las manos. Son “Los ángeles arcabuceros¨, pintura que aún se conserva en Uquía, aunque sin sus marcos de oro originales, porque cuando se mandaron a restaurar las pinturas los marcos se perdieron por el camino y nunca fueron repuestos. Cosas que pasan…

…..

Diálogos de Van:

1
Madre: _ Ah, nosotros hace días que viajamos. Nuestro hijo, por ejemplo, tuvo que faltar 8 días a la escuela.
Hombre: _ Ah. Y vos –mirando al nene- ¿estás contento de no ir a la escuela?
Nene: _ No. Porque después cuando vuelva no entiendo nada, y además voy a tener pila para copiar. 

2
Abuela: _ ¡Mirá el color de las montañas! Parece una colcha verde extendida sobre la tierra.
Nena: _¿Y acá quién corta el pasto?

3
Guía: _ Y esta es la ´Cancha¨, terreno que se usa para el secado de pimientos.
Vieja: _¿Y aquí trabajan chicos?
Guía: _Sí, trabajan todos.
Vieja: _¡Así se educan! ¡Qué bien! Después se hacen leyes, que denuncien el trabajo de los chicos y eso, pero esta es la forma en que hay que educarlos: trabajando.

4
Nena: _ Mamá, se me rompió el sachet de mayonesa adentro del bolso.
Madre: _¡No podés ser tan estúpida!
Nena: …
Madre: _Ponete el cinturón y callate. 
Nena: _¿Por qué me decís eso?
Madre: _Porque una nena inteligente como vos no puede hacer eso.
Nena: _¿Y quién dijo que yo soy inteligente? Además soy hija tuya, así que soy como vos. 

5
Guía: _ Y en este momento vamos a hacer magia. ¿Ven que estamos subiendo un repecho? Bueno, ahora miren lo que sucede. – Apaga el auto, que empieza a deslizarse hacia atrás, como si estuviera en una bajada.
Madre de nena: _ Este auto es como vos: siempre lleva la contra. 

6
Guía: _Aquí la población es complicada. Cuando viene el ginecólogo a hacerles papanicolau a las mujeres, los hombres las mandan para el monte, para que no las toquen, pero cuando tienen hijos en seguida van a pedir un plan. Para eso sí se sienten argentinos…


Salpicón breve:

_ Hay gente que paga tours para dormirse en la Van. Especialmente millenials. 

_ Poco ganado por esta zona. Algo de vacas, ovejas, cabras y caballos. Bichos, vimos un zorro, caranchos, algunas aves muy lindas, picaflores, mariposas, lagartijas y poco más.

_ En Salta hay una Peluquería Alelí.

_ Efectos de la altura: ya en Salta (1300 m) te sangra un poco la nariz. En otros lados (Humahuaca, por ejemplo) te falta el aire, sentís palpitaciones y si vas a ponerte protector solar tenés que cerrar el frasco rápido, porque sigue saliendo, y saliendo. Lo más alto que vimos: el pico Nevado de Cachi: 6.400 m. Lo más alto que estuvimos: Cachi: 3457 m. 

_ Los ríos se ven a veces marrones, a veces, grises, a veces verdosos. El agua baja de las montañas, pero no es potable, salvo que venga de una vertiente. La del deshielo trae minerales que no son para consumo humano.

_ Las cholas son tan insistentes que no aceptan un no, y te siguen, te siguen, te siguen media cuadra hablando sin parar, con los brazos llenos de muñequitas de tela y camineros de mantel de colores. Yo fui siempre amable, pero firme. Una de ellas, una joven, me dijo entre dientes algo que a mí me sonó como ¨¡chena basura!¨.

_ Hay mucha cosa abandonada. Un pueblo entero (Alemanía) vacío (aunque ahora ocupado por artesanos). Casas con las ventanas tapiadas con ladrillos. Una cancha de fútbol en medio de las montañas, invadida por los yuyos y las gallinas (¨miren, ahí está el Monumental¨, dijo el guía). 

_ La hoja de coca tiene 14 alcaloides. Posee propiedades digestivas, regula la presión arterial, cura el dolor de panza, quita el hambre y la sed (pero solo mientras se consume). Tiene que consumirse verde: si se seca pierde las propiedades. En Argentina (que no la produce) se permite la posesión de hasta un cuarto kilo de hojas, pero no se permite entrarla al país. Hay que ponerse muchas (entre 5 y 20) en el cachete, e irla mojando con la saliva, sin masticar. Se colocan dobladas al medio, sacándole antes el cabito, que puede molestar. Esto (que se llama ¨coquear¨) se deja hasta que se le va el gusto, como un mate lavado. Tiene un gusto amargo, pero se soporta bien, y te acostumbrás. 

_ Dos dejà vus tuve en estos días. Primero, la hoja de coca: yo ya conocía ese gusto. Capaz que era solo el recuerdo de haberla tomado en té, puede ser. Segundo, la bajada por escalera del cerro San Bernardo: yo ya había hecho ese trayecto, conocía las paradas, los escalones, la ruta en el medio, todo. Nota aparte: bajamos el cerro medio lento, porque la escalera es interminable. Son 284 metros de altura, así que la escalera tiene como un kilómetro, por lo menos, porque va caracoleando entre los árboles. En todo el trayecto fuimos vapuleados por los locales, que subían y bajaban como parte de una rutina aeróbica, a veces marchando, a veces trotando, incluso con sus perros, mientras nosotros nos arrastrábamos cual gelatina que se derrite de cima a hostel, para caer rendidos en nuestra habitación compartida hasta que la noche nos impulsara a levantarnos y salir en busca de alimento, como cualquier primitivo. 




En estos días de vacaciones he subido fotos y he contado mil y una cosas de Salta la Linda. Paisajes increíbles, artesanías multicolores, personas amables, comida deliciosa y perros gordos y buenos. 
Hay otro lado del que no he hablado mucho, todavía. Del lado B. De los niños que recorren los bares vendiendo medias, o de los que te miran con ojos muy abiertos y te dicen si quieres que te canten una coplita, por ejemplo. De la nena que vi hoy durmiendo en una bolsa enorme de basura, de esas que a veces ofician de mini volquetas. De las cholas que te persiguen con baratijas y te da una tristeza enorme no comprarles, o de la chola rebelde que por esa misma razón me insultó en Humahuaca por ejemplo. De las caras de tristeza de los viejos, del fanatismo religioso, de la actitud sumisa de algunos descendientes de pueblos originarios, por ejemplo. De los muchos graffitis que hablan de una Salta violenta e impune, por ejemplo.
“En los 23 años que tengo he visto pasar 11 presidentes, pero solo a dos gobernadores de Salta”, nos dijo el guía de un paseo. 
Acá el poder manda, y manda fuerte. 
“Urtubey, mataste a las francesas”, leí en una pared, y más tarde vi un libro con el título “¿Quién mató a las francesas?”. La historia me sonaba, pero no recordaba mucho, porque se trató de un doble crimen en 2011, así que he buscado información y he preguntado por acá. Dos chicas asesinadas, y todo apunta a un caso de corrupción y encubrimiento de los hijos del poder, tan impunes hoy como en el pasado. No voy a contar la historia, pero la cosa parece (desde este lado) tan clara como el agua. 
Queda mucho, mucho por hacer, acá y en todos lados.
Qué tristeza.


En el almuerzo de Cachi compartimos mesa con unas personas muy agradables. Uno en particular, un chico de 25 años, nos encantó porque encaró el día entero de excursión sin nada en las manos, andaba solo y fue a Salta por solo 4 días que tenía libres. Estudia Letras y trabaja como maquinista de tren; esta foto me lo hizo acordar. El gurí nos contó que dos por tres se tiran personas a las vías, como la anciana de la imagen, que se salvó porque el maquinista frenó justo a tiempo. En este caso, la señora mo quería agobiar a su familia, porque no le daba el dinero para comer. Nuestro amigo, aún siendo tan joven, ya llevaba tres muertos en sus recorridos. Su padre se jubiló con más de treinta episodios similares. Terrible. 
(Ta, al final del viaje tiro todas las pálidas... sorry. Debe ser la realidad que me va alcanzando).



El vuelo de Salta a Bs. As. dura casi dos horas, y hoy está transcurriendo por encima de un mar de nubes, así que aprovecho para contarles la historia de las francesas, según lo que me dijeron en Salta y lo que leí x ahí (es decir, que tomen todo con pinzas y si les interesa el tema investiguen por su cuenta).
Todo sucedió en el año 2011. Las dos turistas eran Cassandre Bouvier y su amiga (no recuerdo el nombre), de veintipico de años, universitarias, de vacaciones en Salta. La historia oficial dice que se fueron de caminata a la Quebrada de San Lorenzo, a 10 km de la ciudad, y cuando regresaban al atardecer, cerca de un mirador solitario, fueron abordadas por dos hombres (locales) que las atacaron y violaron. Un tercero que pasaba por el lugar fue invitado a unirse (“vení, indiecito, aprovechá”), lo cual hizo (“para que no lo tomaran por marica”). Este último se retiró con las dos chicas aún con vida, y no sé por qué dejó en el lugar su bolso con la carabina. Con esta arma fueron ejecutadas ambas jóvenes. Una de ellas quedó herida e intentó trepar hacia el camino pero no pudo llegar, y murió (aparentemente horas después) por la pérdida de sangre. Los dos cuerpos fueron encontrados un par de semanas más tarde por un grupo de chaqueños que paseaba por el lugar.
Hasta aquí un doble femicidio, cuyos culpables fueron encontrados y juzgados. Uno era un guía local, otro un cuidador de caballos de paseo, el otro no me acuerdo. El tema es que los hechos no parecen coincidir con esta versión de caso cerrado, y las dudas subsisten por varios motivos. 
En primer lugar, los cuerpos supuestamente llevaban dos semanas en el monte pero no habían sido atacados por los animales salvajes y la ropa estaba limpia. En segundo, la forense que los examinó dio una fecha estimada de muerte totalmente diferente a la de su desaparición, que es la que el juez (desoyendo a la técnica) hizo constar en actas. Un policía que investigaba el doble crimen apareció sospechosamente “suicidado” meses más tarde. Tiempo después una mujer envió una carta anónima donde no revelaba su identidad por miedo, y donde contaba que había visto a las chicas la noche de su desaparición, en una fiesta de alta sociedad donde estaban los poderosos de Salta, en una mansión que se comunicaba por un camino directo del mirador donde supuestamente las atacaron. Al parecer en la fiesta corrió de todo, y en cierto momento varios hombres las llevaron aparte, porque querían tener relaciones con una de ellas. 
El hombre que cuidaba los caballos siempre protestó vehementemente su inocencia. Lo inculparon solo porque era pobre y porque había afirmado haberlas visto pasar esa tarde por su puesto. El propio padre de Cassandre (que desde entonces se vino a vivir a Salta) lucha por su liberación, con la idea de que prefiere un culpable suelto que un inocente preso. Su hija no soportaría esa injusticia, dice. El hombre tiene familia, todos quedaron abandonados a su suerte y a él le dieron cadena perpetua. El otro que fue condenado se sospecha que miente para encubrir a algún poderoso. 
Un director francés hizo en 2017 un documental desde esta perspectiva, creo que se llama igual que el libro: “¿Quién mató a las francesas?”. En el mismo no da nombres de los posibles asesinos, pero un diputado (de los de Urtubey, el gobernador de Salta y capaz que futuro presidente argentino) se sintió aludido y dijo que iba a iniciar acciones legales. El documental fue retirado de Youtube, pero hasta hace un tiempo se podía ver en algunos lados.
Como frutilla de la torta, hay una periodista que afirma que las francesas no eran turistas, sino que estaban en Salta con un objetivo académico. Las dos eran profesionales (Cassandre era Socióloga), y la periodista dice que estaban investigando una posible desviación de dinero de fondos internacionales, destinado a la alimentación de los descendientes de los pueblos originarios. 
Ayer no pude conseguir ninguna noticia posterior a 2018; ignoro si el hombre de los caballos continúa preso, pero no lo dudo demasiado. La historia de María Soledad Morales, en Catamarca, me viene a la memoria: otra chica violada y asesinada por los poderosos de la provincia, con chivos expiatorios entre los pobres y con la total impunidad de los hijos de los ricos. Cómo tantas veces. 
¿Hasta cuándo?



Ya tuve frío, vi una pelea callejera, viajé en un ómnibus lleno y me impresionaron los precios del supermercado. 
Definitivamente, he vuelto a Montevideo.



Espero el bus que me llevará a mi casa y mientras tanto escucho a un cantor ambulante en la parada: 
_ No sé para qué volviste... si ya empezaba a olvidar... 🎵
Definitivamente (y contradiciendo mi post de hace cinco minutos) sigo en Salta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario