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domingo, 25 de agosto de 2013

24 de agosto





1983. Carta:
Prima: no me van a dejar salir esta noche. No es justo porque yo tenía pila de ganas de ir a la Fiesta de la Nostalgia en Zum Zum y tenía la pollera con voladitos que me hizo mi vieja y los zapatos de charol negro y rojo recién arreglados pero viste cómo son. Se les metió eso de que no salga más que una vez cada quince días y como el sábado pasado fui contigo al Automóvil ahora dicen que hoy no porque tengo que estudiar. Divertite vos por mí. Va a estar buenísimo, ojalá que no te pidan la cédula. Mañana de tarde voy por tu casa y me contás todo.


1988. Querido diario:
Hace tiempo que no ando por acá, debe ser que estoy madurando, o más bien que no tengo tiempo. Paso estudiando. El IPA es un embole, no sé quién me convenció de meterme en esto que no me da ni un minuto libre. Para peor hoy justo que no tengo nada urgente para hacer o entregar me encantaría ir con aquellas a la noche de la nostalgia ahora que hay bailes por todos lados, pero mi novio es re celoso y no le gusta llevarme a los boliches. Yo qué sé, tendrá miedo. Igual a mí eso de la canilla libre no me convence: mucho borracho suelto, mucho pesado en la vuelta, mucha gente por todos lados. Mejor nos quedamos en casa viendo "El auto fantástico", que a él le gusta y mis viejos, si no ponemos la tele muy alta, no se quejan.


1993. Con una amiga en el Lobizón de Pocitos, 2.30 a.m.:
_ Al final esto cada año es lo mismo: un embole. Todo el mundo sale en pareja y los boliches que no pasan música vieja quedan vacíos. Mirá alrededor: nadie. Bah, nadie que valga la pena, obvio. ¿Vamos pegando la vuelta? Dale, pedí la cuenta vos que el mozo ese que está bueno te está cargando hace rato. Uy, mirá quién entró: el pesado aquel de la Escuela que me tiene harta. Dale, pagá y vamos, ¿querés? Te espero en la puerta.


1998. Teléfono:
Hola. ¿Cómo andan? Acá, como siempre. No, ¿estás loco? ¿Con lo que cuesta, encima ir a bancarnos un montón de vejetes como nosotros que se hacen los nenes y salen a dar lástima entre los péndex de veinte? Ni ahí. No, más bien íbamos a encarar una tranqui, acá en casa. ¿No quieren venir, pedimos unas pizzas y hacemos un partidito de TEG? Por eso, porque tu mujer siempre nos gana a todos y ya es tiempo de acabar con su imperialismo triunfante, ¡jaja! Bueno. caigan cuando quieran, que nosotros estamos acá. Beso.


2003. Mail:
¡Fiesta de la Nostalgia en casa!
 Lluvia. Para unos pocos elegidos. No vale venir solo/a. Te esperamos con ropa y música adecuada a la ocasión. Vos ves. 
¡No faltes!


2008. Mensaje de texto:
Gracias por la invit, xo mucho xa corregir y muero de sueño. Bzzz...


2013. Chat:

Che, ¿te vas hoy de jodita con tu marido? Yo sigo engripada. ¿No te animás a pasar antes del baile por una farmacia y tirarte por casa? Necesito Flodigrip, Rondec y Bucoglobín para hacer gárgaras. Te pago acá cuando vengas. Ah, y tráeme una lata de atún para las gatas, ¿ta?  Tocá el timbre fuerte que ando con los oídos tapados y si suena bajito no lo escucho. Gracias, te espero. 

4 comentarios:

  1. Muy bueno, Mariela. Interesante vieja desde la cinta adhesiva hasta el chat, con sus diversas formas de sentirse y vivir. Graciassss

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  2. En lugar de vieja , era viaje, jajajaj

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  3. Encuentro un hueco mínimo para retomar las rutinas de lectura y me encuentro con esto. ¡Me has hecho reír un montón! Yo casi no disfruté de noches de la nostalgia, pero lo cierto es que eso es sólo la excusa para contarnos el proceso en el que muchos nos veremos reflejados.

    Un abrazo,

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